El jardín de rosas - Tracy Rees

Destroy es hermoso, fuerte, carismático y encantador. También es egoísta, superficial, mezquino y celoso, ¿o no? Un malentendido, hace siglos, hizo que se le tachara de no ser lo suficientemente bueno, de no ser digno de confianza y de ser egoísta. Al diablo con ellos, ¡él sabía quién era realmente! Un hombre fuerte, fiable y de buen carácter con el que resultaba muy agradable estar y aún más mirar. Si al menos tuviera una mujer o incluso amigos que se fijaran en esas cosas. Llevaba tanto tiempo solo que la amargura había comenzado a filtrarse. ¿Por qué nadie le daba el crédito que merecía? ¿Por qué nadie podía verle a él, a su verdadero yo? Otros machos tenían amigos, otros machos habían encontrado a sus hembras, ¿por qué él no? Era enloquecedor verlo y no poder experimentarlo. Y de repente, de la nada, ahí estaba ella. Todo lo que tenía que hacer era ser él mismo, permitirle ver su magnificencia y convencerla de que no es mala. Sus dones no tienen importancia para él. Sí, siente su don, su resplandor, la luz que emana de ella. Pero no es por eso que se siente atraído por ella. Es porque es suya, su corazón, su alma. Ahora bien, si consigue mantenerla con vida el tiempo suficiente para que le corresponda, al tiempo que intenta demostrar que es un varón de valor para su comunidad, puede tener una oportunidad en esto de la pareja.
Rowan es una joven plagada desde su nacimiento de un poder tan fuerte que es incontrolable. Algunos lo llamarían un don -¿un don?- Hmpf, un don... toda su familia fue condenada al ostracismo de su kumpaniia a causa de este don. La mayoría de esa kumpaniia fue golpeada, sus vidas les fueron arrebatadas por este don. Su propia familia, incapaz de establecerse, se vio obligada a abandonar su querida Rumanía, moviéndose constantemente de un lugar a otro para evadir a los que aún la persiguen, a causa de este don. No es un don, es una maldición; es el mal, y atrae el mal hacia ella. Un día terminará destruyendo todo lo que habría amado si hubiera tenido la oportunidad. Mantiene esa parte de ella bien cerrada, negándose a permitir que la magia que se filtra por sus propios poros salga al mundo. No puede dejar entrar a nadie, no puede permitir que nadie se acerque. Ni siquiera a la Gárgola tan sexy que se fija en ella y declara que es suya. No entiende que no es ella la que le atrae, sino el mal que vive dentro de ella. Tendrá que correr lejos y rápido para evitar que los que la persiguen encuentren a su Goyle y el santuario que él llama hogar. Si dar su vida por la de él es lo que está llamada a hacer, lo hará, sin pensarlo dos veces. Lo ama, aunque él se sienta atraído por ella bajo falsos pretextos.
Un poder tan antiguo como el tiempo, tan fuerte que se mata para proteger a la mujer del que mana. Encerrado durante décadas, sin permitir que fluya de forma tan natural como los elementos de los que está hecho, hierve a fuego lento, esperando la oportunidad de ser liberado de nuevo. Su propia esencia atrae a todo tipo de criaturas hacia la mujer en la que se ha convertido la niña: Windigos en busca de redención, Humanos deformados hasta el punto de la locura, empeñados en vengarse... ¿Su negativa a ver sus dones como realmente son hará que corra de cabeza hacia su propia muerte ardiente? ¿O los que la aman serán lo suficientemente fuertes como para salvarla a pesar de ella misma y obligarla a aceptar quién es realmente? Es hora de dejar de huir de sí misma. Es hora de ponerse las bragas de chica grande, tomar una posición y aceptar su derecho de nacimiento.

Mil gracias a LGM!